5/15/2006

Un hombre se imaginó


Un hombre se imaginó que los pájaros que no vuelan son igual que los gatos tiñosos, por eso saco a todos los pájaros caminantes de su alrededor como gallinas y pavos, luego imaginó que los gatos tiñosos tenían una cierta similitud con las escalopas (por las costras), y frió una docena de gatitos tiñosos para su familia. lamentablemente después de la merienda ya saciado no pudo evitar una analogías entre comer y defecar, entre ingerir y depositar, corrió al baño donde se encerró con cuchillo y confort, deambulando entre el asco y el gusto, desde algo curioso a algo conocido, sin embargo su familia notó su rareza la incongruencia de su acto, como podía un hombre inmediatamente después de la ingesta de alimento precipitarse al baño a leer talvez que tipo de revista o pasquín para matar el tiempo que le toma al bolo alimenticio ser digerido. Como podía un padre de familia pararse de esa manera de la mesa dejando a hijos y madre fuera del clásico rito de la sobremesa y toda esa grata tertulia posterior, que intenciones y motivos tenia su actuar, acaso algo le había caído mal. ¿La ensalada con mostaza francesa le corto el estomago?. Todo esto pasaba por la cabeza de la pulcra dueña de hogar que por altanería ignoraba lo que en realidad pasaba en sus finas lozas italianas. En la tasa del baño que ya no lo era, ya que, un símil con una ostra marina gigante llevó al hombre a un asombro que lo dejo perplejo por un buen momento. Después de observar meticulosamente los detalles de tan magnifica expresión de la naturaleza salió del baño con un caminar raudo y firme explicándole a su esposa, que estaba al borde del colapso nervioso, que había comprendido lo sustancioso de la vida, regalarían todas sus pertenencias y se dedicarían a estudiar la perfección de la fisonomía del molusco. Claro ella murió de un patatús, por no poder comprender el tan certero y contundente giro que había tomado su esposo, desde entonces fue conocido como el hombre que por imaginativo mato a su mujer…